El vórtice polar despierta: impactos en el invierno 2024-2025

El vórtice polar, un sistema atmosférico clave en las dinámicas climáticas del hemisferio norte, está saliendo de su habitual letargo estival en este inicio del invierno 2024-2025. Científicos de la NOAA han observado cómo este fenómeno, caracterizado por fuertes vientos en la estratósfera ártica, comienza a tomar fuerza, preparando el escenario para influir en las condiciones meteorológicas en Europa y América del Norte.

¿Qué es el vórtice polar?

El vórtice polar es una banda de vientos que circula de oeste a este en la estratósfera, entre 16 y 48 km de altitud sobre el Polo Norte, activa principalmente durante los meses invernales. Este fenómeno puede variar entre un estado estable y uno perturbado, lo que puede desencadenar eventos de "calentamientos súbitos estratosféricos" (SSW, por sus siglas en inglés). Estos eventos provocan alteraciones en los patrones climáticos, aumentando las probabilidades de olas de frío extremas en regiones como el este de Estados Unidos y Europa.

Temporada previa y anomalías en el ozono

El invierno pasado destacó por la ocurrencia de dos eventos importantes de SSW. Además, la actividad inusual del vórtice polar en invierno y primavera de 2024 dejó un impacto prolongado en los niveles de ozono en la estratósfera, que alcanzaron su mayor nivel desde 1979. Este aumento de ozono podría estar relacionado con temperaturas más cálidas en la estratósfera durante el verano.

Inicio inusual de la temporada

Aunque el vórtice polar inició su formación habitual a finales de agosto, este año mostró un desarrollo más lento. Sin embargo, en las últimas semanas, los vientos en la estratósfera han aumentado significativamente, superando la media para esta época. Esto sugiere que el vórtice está ahora plenamente activo y podría influir en los patrones climáticos en las próximas semanas.

¿Qué esperar este invierno?

Los científicos de la NOAA pronostican que, aunque los vientos estratosféricos seguirán siendo fuertes en las próximas semanas, es posible que el sistema experimente fluctuaciones que impacten directamente en el clima. Con el vórtice polar como protagonista, el invierno 2024-2025 promete ser dinámico, con eventos potencialmente extremos en camino.